miércoles, 27 de agosto de 2008

"Cuando el semáforo se apaga y rugen los motores, yo ya no escuchó más nada"


Cuando el semáforo se apaga y rugen los motores, yo ya no escuchó más nada, como si todo se silenciase de golpe", explicó Hamilton, al descartar cualquier temor por su vida cuando conduce.

En declaraciones a la revista Men's Health, el subcampeón mundial de la máxima categoría del automovilismo deportivo, reconoció que es muy competitivo cuando sale a pista.

"Nunca temí por mi vida y dado mi trabajo es mejor que así sea. Las victorias son una mezcla de carácter, determinación, pasión y talento. El miedo de perder no me motiva, pues nunca lo siento. Si a veces estoy un poco nervioso es porque se que puedo hacerlo bien", explicó.

"La adrenalina empieza a correr cuando uno entra al habitáculo del conductor y el motor se enciende. Desde ese momento, entro en un estado mental que me hace llevar al límite a la máquina", comentó.

Según Hamilton, la condición física para un piloto es fundamental: "Conducir un Fórmula 1 es masacrante, al punto que una persona normal, a bordo de un bólido, debería usar todas sus fuerzas para completar apenas una vuelta".

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