Avalado por su título de campeón del mundo, Kimi Raikkonen ya no siente que tiene que pagar derecho de piso en la escuadra italiana y empezó a demostrar que no va a aceptar críticas desde adentro mansamente. Lo demostró ayer al replicar al enojo del presidente de Ferrari, Luca Cordero de Montezemolo, por los errores de sus pilotos en pista.
"¿Montezemolo estaba decepcionado después de Silverstone?. Bueno, no era el único, pero a todos nos pasa de tener un día poco afortunado. Los errores forman también parte de las carreras", afirmó, ácido, el campeón del mundo.
La frase de Raikkonen fue directa respuesta al influyente empresario y presidente del grupo Fiat y Ferrari, quien tras la pálida carrera del equipo italiano en Gran Bretaña exhortó a "terminar con las estupideces".
Raikkonen dijo también que tiene "una ganas enormes" de dejar atrás lo que la prensa italiana llamó "el naufragio de Ferrari", bajo la lluvia en Silverstone, donde el finlandés terminó cuarto y su compañero Felipe Massa, decimotercero, tras cinco trompos.
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