Agencias -. Hace 50 años, Juan Manuel Fangio se retiraba de las pistas tras haber ganado cinco títulos mundiales, cuatro de los cuáles con autos diferentes, un record que no pudo ser batido casi medio siglo después por Michael Schumacher.
El 6 de julio de 1958, con Maserati, Fangio fue cuarto en el Gran Premio de Francia corrido en Reims, en una prueba envuelta en la tragedia por la muerte de su amigo Luigi Musso, al comando de una Ferrari.
Sin anuncios resonantes para explicar su retiro ni conferencias de prensa que por entonces no existían, Fangio hizo lo que su índole campesina imponía: directamente no se presentó al GP de Gran Bretaña siguiente del 18 de julio, que ganaría Peter Collins con Ferrari.
La mitología de la Fórmula 1 dice que Fangio tomó su decisión por varias razones confluyentes: la impresión que le había causado la muerte de Musso, las presiones de su esposa Beba Berruet y la convicción de que ya había ganado todo.
El fallecido Miguel Angel Merlo, único periodista que estuvo a su lado en la fatídica carrera de Reims, sostuvo sin embargo otra tesis en su libro "Las Tuercas Calientes": Fangio sentía que ya no tenía espacio en la nueva época que se avecinaba.
"Llegaban los nuevos autos ingleses con motor a espaldas del piloto que ya habían ganado en Argentina, chiquitos, livianos, ¿cómo podría meter en esos habitáculos exiguos su voluminosa estructura de tractorista saludable o de ex camionero patagónico?", escribió Merlo.
Desde su infinita sabiduría, Fangio vio lo que se venía: los viejos autos con el propulsor adelante que siempre había guiadoganaron todavía algunas carreras, pero ya en 1959 el campeón fue Jack Brabham, con un Cooper Climax T51 de motor trasero que pesaba solo 450 kilogramos.
Estaba en marcha una revolución técnica que otro piloto argentino, Carlos Menditeguy, comprendió enseguida cuando le hicieron probar uno de esos diminutos Cooper en el Autódromo 17 de Octubre, de Buenos Aires: "Dobla sobre rieles y frena en diez metros viniendo a fondo, el condenado", graficó Menditeguy.
Un cambio que Fangio ya había vislumbrado en el GP de Argentina de aquel 1958, ganado por Stirling Moss a la guía de aquel "autito" azul que parecía un escarabajo.
Y no fue casual que ese año, antes de Reims, Fangio desertase las tres pruebas anteriores (Mónaco, Holanda y Bélgica).
En puntas de pie, sin hacer ruido, Fangio se retiró tras haber disputado 51 GP, de los cuales se impuso en 24, obtuvo la pole position en 28, largó desde la primera fila en 48, fue el más veloz en carrera en 23 y se adjudicó cinco títulos mundiales.
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