Renault sacrificó a su jefe de equipo, el mediático italiano Flavio Briatore, para tratar de evitar una dura sanción de la FIA, que el lunes dictaminará si los responsables de la escudería francesa son culpables de haber arreglado el resultado del Gran Premio de Fórmula 1 de Singapur de 2008.
Briatore, uno de los rostros más reconocidos de la Fórmula 1, se marcha junto al director de ingenieros de la escudería, el británico Pat Symonds.
Se desconoce si han sido despedidos o si han dimitido, pero la salida de ambos y el reconocimiento de que la escudería no discutirá las acusaciones son una oferta de paz para el Consejo Mundial de la FIA (Federación Internacional del Automóvil) dejan entrever que el arreglo fue cierto.
Ambos eran los principales acusados por el ex piloto del equipo Nelson Piquet Jr., que reveló que cumplió órdenes del equipo cuando se estrelló en Singapur deliberadamente hace un año para favorecer la estrategia de su compañero, el español Fernando Alonso.
"Renault no discutirá las recientes acusaciones de la FIA respecto al Gran Premio de Singapur de 2008. También quiere anunciar que su director, Flavio Briatore, y el director ejecutivo de ingeniería, Pat Symonds, han dejado el equipo", comunicó la escudería francesa.
El Consejo Mundial de la FIA estudiará el caso en París el lunes. Entre las posibles sanciones para Renault está la exclusión del campeonato del mundo, algo que podría conducir a la escudería a dejar la Fórmula 1 en un contexto de crisis económica, de malos resultados y de pérdida de patrocinadores.
La aseguradora holandesa ING no seguirá con su marca naranja en los bólidos franceses en 2010.
A eso hay que sumar la marcha de Alonso a Ferrari, que aunque no es oficial se da por hecha en el "paddock". ¿Será posible continuar sin Alonso, sin Briatore, sin patrocinador y con una eventual exclusión del Mundial o una dura multa por haber arreglado una carrera?
En principio, Renault, que también suministra motores a otros equipos, está comprometida a seguir en la Fórmula 1 hasta 2012. El cuatro veces campeón mundial Alain Prost podría ser el nuevo jefe de equipo.
Briatore, de 59 años, llegó a la Fórmula 1 hace 20 años de la mano del empresario de moda italiano Luciano Benetton.
En su curriculum destacan los títulos de campeón del mundo que logró en Benetton en 1994 y 1995 con el alemán Michael Schumacher y los más recientes, ya con el equipo Renault, en 2005 y 2006 gracias a Alonso.
Además de los logros deportivos, generó titulares por su visión para descubrir a talentos como Schumacher y Alonso, por su fama de "playboy" y por su concepto de la Fórmula 1 como puro "show", que contrasta con el de otros jefes de equipo, que mayoritariamente proceden de la ingeniería y no del marketing como él.
Piquet Jr. reveló a la FIA lo sucedido hace un año en Singapur poco después de que fuera despedido de la escudería francesa en julio tras año y medio como piloto junto a Alonso.
El brasileño contó cómo Symonds le dijo en una reunión en qué curva y en qué vuelta se tenía que estrellar para provocar la entrada del coche de seguridad y favorecer así la estrategia de Alonso, que entró a repostar antes que nadie, se benefició del reagrupamiento al que obliga el "safety car" y ganó la carrera.
"No creo que tenga ninguna responsabilidad ni que hayamos hecho nada mal", se defendió Briatore en Monza la pasada semana, cuando anunció una querella contra Piquet.
Alonso también descarta saber nada del asunto.
Symonds, en cambio, admitió ante la FIA que había discutido con Piquet Jr. la posibilidad de un "accidente deliberado", aunque dijo que la sugerencia fue del piloto.
A las revelaciones del brasileño, que quiere venganza ante Briatore, al que definió como un "verdugo", se sumó quizás el reconocimiento de culpa de Symonds. Según la prestigiosa página de Internet "autosport.com", la FIA ofreció inmunidad al ingeniero a cambio de una confesión.
Max Mosley, presidente de la FIA y enemigo de Briatore, podría haber obtenido así su objetivo. Se marchará en octubre de la mano del italiano, sacrificado por Renault para que Mosley sea magnánimo.
Agencias
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