domingo, 25 de mayo de 2008

El principito


El inglés Lewis Hamilton se consagró por primera vez en las calles del principado en una carrera plagada de accidentes debido a la lluvia que cayó por momentos en Montecarlo. Hamilton fue el que menos se equivocó entre los grandes, pese a que un toque en la vuelta 5 contra el guardrail lo hizo entrar precipitadamente a boxes cuando parecía que sus chances de victoria se esfumaban. Sin embargo, el moreno se recuperó y a fuerza de récords de vuelta y un manejo impecable dejó grabado su nombre en la historia al vencer en una de las carreras más tradicionales del automovilismo. Detrás del piloto de McLaren, llegaron Kubica y Massa, quien lideró casi hasta la mitad de la competencia.

La carrera fue una sucesión de infortunios, errores y horrores como los de Alonso y Raikkonen. Hubo accidentes para todos los gustos. En las primeras vueltas Alonso y Hamilton golpearon levemente contra el muro y tuvieron que entrar a boxes a cambiar neumáticos. Más adelante, el español quiso pasar a Heidfeld en la orquilla del Casino y en una maniobra totalmente alocada rompió el bigote de su auto y le pinchó una goma al alemán. Cuando lideraba la carrera, Massa se pasó de largo en Saint Devot y perdió la punta. A poco del final, Nico Rosberg se pegó muy fuerte solo y destruyó su Williams. Pero el error más grave fue el de Raikkonen. A tres vueltas del final y en lucha por el cuarto puesto, el piloto de Ferrari se llevó puesto de atrás a Adrián Sutil y le arruinó una brillante carrera al joven de Force India. Incidente que le costará carísimo al equipo de Vijay Mallya ya que era una de las pocas oportunidades que tendrá en la temporada para sumar puntos y recibir redescuentos millonarios de la categoría.

Lo cierto es que Hamilton fue el que menos errores cometió y se quedó con el premio doble: el título de príncipe de Montecarlo y la punta del campeonato.

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