Frank Williams, dueño de la escudería que lleva su nombre, disipó cualquier pensamiento de retiro, mientras espera celebrar sus 600 grandes premios en Fórmula Uno el fin de semana.
"Estoy en cierto modo orgulloso del número, ha sido un largo viaje, pero no significa gran cosa", dijo el británico a periodistas, mientras el equipo abría el champán para brindar por sus logros en el Gran Premio de Mónaco.
Williams ya era el participante con la actividad más extensa de la F1, superando incluso a una leyenda como Enzo Ferrari, quien falleció en 1988.
"He disfrutado la mayor parte de ellas, eso es lo importante. Es un gran lugar para estar", dijo Williams, de 66 años y cuyo equipo ha ganado 113 carreras, siete Campeonatos de Pilotos y nueve de Constructores.
El australiano Alan Jones, el finlandés Keke Rosberg (padre del actual piloto Nico), el brasileño Nelson Piquet, los británicos Nigel Mansell y Damon Hill, el francés Alain Prost y el canadiense Jacques Villeneuve fueron campeones con Williams.
"El es realmente el último director en la calle de boxes que le da al automovilismo su verdadera esencia, y eso es correr", dijo Keke Rosberg.
Confinado a una silla de ruedas desde 1986, cuando quedó paralizado del cuello hacia abajo debido a un accidente automovilístico, Williams dejó en claro que intentará agregar algunas carreras más a su cuenta.
"Es inevitable (el retiro) y hay una serie de planes para ello en Williams y pienso que va a funcionar bien, por lo que finalmente desapareceré", explicó el británico. "Pero no por un tiempo", añadió.
Regresar al círculo de los ganadores, por primera vez desde el 2004, es su inmediata prioridad.
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