El presidente de la Federación Internacional de Automovilismo advirtió que su dimisión podría debilitar a la FIA, que se encuentra en negociaciones con los titulares de los derechos comerciales de la Fórmula 1, la empresa CVC y Bernie Ecclestone.
"Durante el período electoral de dos a cuatro meses las negociaciones serán más lentas o incluso se abandonarán", escribió Mosley en una carta dirigida a los miembros de la FIA, a dos semanas de una Asamblea General de la FIA que podría decidir su futuro.
Mosley enfrentará el 3 de junio en París un voto secreto de la organización por el escándalo sexual con connotaciones nazis en el que está involucrado.
En caso de que el voto sea en su contra y se instale un nuevo presidente, éste asumirá el cargo sin la suficiente información. También puede ser que la persona elegida tenga el apoyo de aquellos con los que la FIA está negociando actualmente, agrega Mosley en su declaración.
Mosley recalcó que está decidido a luchar por los derechos y el papel de FIA en la Fórmula 1.
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