Ferrari puso desde el vamos algunas objeciones al nuevo sistema de recuperación de energía (KERS) que la Fórmula 1 introducirá en el campeonato del año próximo y que los equipos pondrán a prueba esta semana en Montmeló.
"Creemos que fue un error introducir el KERS a partir de este año, si bien la FIA considera que es un óptimo instrumento para reducir los costos, actualmente prohibitivos, analizaremos con cuidado qué camino seguir", declaró el presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo.
Con el nuevo modelo F2008K listo para adoptar el nuevo dispositivo, por lo menos en fase experimental, y con Luca Badoer y Marc Gené como probadores, Ferrari estará esta semana en los ensayos en el circuito catalán.
La Casa de Maranello ya estuvo ensayando con el nuevo modelo en su circuito de Fiorano, pero a puertas cerradas.
La "K" que lleva el nuevo modelo de la escudería italiana remite al KERS (Kinetic Energy Recovery System), un mecanismo que recupera la energía cinética que se pierde en las acciones de frenado y la almacena provisoriamente para poder utilizarla y mejorar los rendimientos del auto.
El sistema, como recupera energía, genera un ahorro considerable de combustible y ofrece al piloto una potencia suplementaria equivalente a 80 caballos de fuerza (HP), que se incorporan mediante un pulsador ubicado en el volante.
Las supuestas ventajas del mecanismo están aún en fase de experimentación, aunque los simuladores mostraron un par de décimos de segundo de mejoría por cada vuelta, pero algunos equipos, como Toyota, ya han adelantado que no lo utilizarán al comienzo del nuevo Mundial.
BMW Sauber es el equipo que posee un KERS más avanzado, pero debió superar numerosos problemas para alcanzar una prestación óptima.
En julio pasado, en el circuito de Jerez de la Frontera, uno de los mecánicos de BMW Sauber tocó el auto apenas regresó al box y recibió una violenta descarga eléctrica que lo mandó al hospital.
El sistema obliga a esperar tres segundo antes de acercarse al auto una vez detenido, para evitar esas descargas, uno de los problemas más difíciles de resolver con el cuestionado KERS.
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