domingo, 2 de noviembre de 2008

Hamilton, campeón en la última curva


Felipe campeón!!!, no, no Lewis campeón!!! Lo corregía un mecánico de Ferrari al padre y al hermano de Massa que festejaron por un segundo y medio eufóricos pensando que Felipe era finalmente el campeón del mundo en la definición más espectacular y dramática que la F1 haya tenido alguna vez. Pero no, toda la gloria fue para el moreno que entró por la ventana en la historia y es desde ayer el campeón más joven de la categoría.

El que más se debe regocijar en este momento es Bernie Ecllestone que finalmente logró su cometido de la era post Schumacher: que las carreras vuelvan a tener el show que la supremacía de Michael le había quitado. Las definiciones de las últimas dos temporadas y los récords de rating lo avalan con contundencia.

La de hoy fue quizás la definición más infartante en toda la existencia de la F1. Lo explicamos de manera sencilla. Massa clavó la pole y se escapó desde el arranque hacia una contundente victoria. Hamilton, tranquilo, marchaba cuarto y cosechaba los puntos necesarios para quedarse con la corona. Pero a 6 vueltas del final las “macumbas” de la “torcida” de Felipinho dieron resultado y la lluvia dijo presente complicando todo. Massa entró a boxes a cambiar neumáticos intermedios, en una decisión acertada teniendo en cuenta que quienes venían inmediatamente detrás de él también lo hicieron y así se aseguraba la victoria. En tanto, Hamilton retrasó una vuelta su ingreso a los pits cediendo algo de terreno en medio de una lluvia pasajera. Pero McLaren no tuvo en cuenta que quienes venían detrás de Lewis no pararon por lo que el moreno volvió a pista quinto con Glock delante y Vettel detrás. Hasta ahí era campeón, pero el irreverente joven maravilla de Red Bull lo pasó faltando un giro y medio para dejarlo sin título del mundo. Fueron 2 minutos dramáticos con un Vettel que se escapaba cada vez más de Hamilton con la corona del moreno colgada del alerón trasero. Pero el punto de máxima tensión llegó a dos curvas del final cuando Glock inesperada y sugestivamente se pasó en el frenaje y en la curva siguiente, a 300 metros de la bandera a cuadros, fue sobrepasado por Vettel y Hamilton, que con el último suspiro lograba quedarse con la corona.

En es momento festejaba el box de Ferrari y el de McLaren, hasta que los italianos se avivaron lo que había pasado con el niño de Toyota y las caras de júbilo que ensombrecieron como el cielo plomizo de lluvia que cubría a San Pablo.

Felipe se quedó con el premio consuelo y lo festejó estoicamente entre lágrimas ofrendándoselos a los miles de paulistas que lo acompañaron desde las tribunas. En el podio lo acompañó Alonso, que fue el piloto de mejor rendimiento en las últimas 5 carreras, y el campeón saliente Kimi Raikkonen.

El premio gordo, para un Hamilton que fue el más regular en una temporada plagada de errores. Es justo aclarar que muchas de esas equivocaciones fueron compartidas con su escudería que casi lo deja sin título pagando decisiones absurdas. Lo cierto es que este extraordinario inglés ya está en la historia. En su segunda temporada se convirtió en el campeón más joven de la historia y en su palmarés carga un campeonato y un subcampeonato, algo nada despreciable. Congratulations Lewis!!!

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