domingo, 28 de septiembre de 2008

Alonso hizo el milagro, Ferrari el desastre y Hamilton la diferencia


“Sólo un milagro puede hacer que ande bien. Sólo voy a salir y dar un par de vueltas”... Así cerró su clasificación el sábado Fernando Alonso con los dientes apretados y mascullando bronca luego de que la bomba de nafta del R 28 lo dejara sin chances de pelear por la pole por primera vez en el año. Pero el milagro se hizo y el asturiano volvió al triunfo en Singapur en la histórica carrera 800 de la F1 y con el condimento de ser la primera en correrse con luz artificial.

Volvió una noche

Nunca mejor usada esta frase tanguera para describir la eufórica victoria del español. Siendo sinceros, más allá de los buenos tiempos en los entrenamientos nadie pensaba que Alonso podía ser un serio candidato a esta carrera hasta que el sábado la imagen de frustración del bicampeón tras quedar fuera en la qualy 2 nos mostraba que realmente la amargura era porque estaba para mucho más. Pero pese a sus frustrantes declaraciones tras la clasificación, Fernando decidió salir con todo el domingo y así lo hizo. Largó 15 pero ya en la primera vuelta aparecía 12 y con un gran ritmo. Antes de que su compañero se pagara, Renault lo mandó a boxes primero que nadie, lo que le dio la chance de quedar quinto, ya que el resto empezó a detenerse con el safety car en pista. En ese momento estaban delante de él Rosberg y Kubica, quienes debían cumplir una penalidad, Trulli y Fisichella, quienes debían ir a boxes, por lo que en pocas vueltas quedó puntero. Ahí fue 100% Alonso construyendo, a base de un ritmo de vuelta demoledor, la tan ansiada y merecida victoria.

¡¡¡Che disastro!!!

Pero para que Alonso gane pasaron unas cuantas cosas ante. Massa salió adelante y rápidamente tomó ventaja hasta que en la vuelta 17 Piquet destruyó su auto contra el muro y obligó a la salida del pace car. En ese momento varios equipos mandaron a sus pilotos a boxes cometiendo innumerables errores. Williams mandó a Rosberg y BMW a Kubica antes de que se abriera la calle de boxes por lo que ambos pilotos fueron penalizados con 10 segundos en los pits. En tanto, el “horror” más grande lo tuvo Ferrari. Los chicos conducidos por Domenicalli enviaron casi en simultáneo a Massa y Raikonnen a los boxes. Felipinho llegó primero y antes de terminar el repostaje lo tenía a Kimi atrás haciendo fila. Aparentemente la situación puso nervioso al jefe de mecánicos que dio luz verde al brasileño antes de que los hombrede mameluco rojo terminaran con su auto y ahí el desastre: Massa se llevó puesta la manguera y perdió casi un minuto fuera de pista. Ergo, volvió último a la carrera y ya no pudo hacer absolutamente nada, en parte por su posición y en parte porque la desesperación hizo que se pasara de largo en varias curvas.

No son nuevos los errores de la “Scuderia” este año y hoy en día se puede decir que es milagroso que aún peleen el campeonato de pilotos y de constructores. Pero los errores no terminaron ahí, ya que faltando 4 vueltas Raikkonen se pegó contra el muro y se quedó sin chances en el torneo.

Hamilton, esta vez especuló y cosechó

El inglés fue esta vez quien no arriesgó y se llevó lo mejor. Desde el arranque se dedicó a controlar a Raikkonen más que ir a buscar a Massa. Con la salida del primer auto de seguridad también se vio perjudicado, pero no desesperó y supo aprovechar principalmente los errores de Ferrari y BMW. Así se subió al último escalón del podio y estiró su ventaja sobre Felipinho a 7 puntos sobre 30 por disputar.

Párrafo aparte para Rosberg y Vettel. Nico subió nuevamente a Williams a un podio y sumó puntos de cara al año que viene en momentos que se habla de su pase a BMW. Mientras que Vettel volvió a ser el más veloz entre los autos de la bebida energizante, terminó quinto y ratificó que lo de Monza no fue casualidad.

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