"El nuevo Schumacher", celebra eufórica la prensa alemana al campeón de Monza, Sebastian Vettel, quien aparece hoy en primera plana pero con sólo siete años y recibiendo un trofeo de manos de Michael Schumacher.
Scumacher, siete veces campeón de la Fórmula 1 y que se declaró como "el primer fan" de Vettel, aparece en esa vieja fotografía de 1994 premiando "al niño Sebastian", que había ganado una carrera de karting en el kartódromo de Schumi.
"Nuestro niño milagroso", festeja el popular Bild, que habla del "nuevo Schumacher", mientras que el Sueddeutsche Zeitung considera el triunfo de Vettel a bordo de su Toro Rosso como "el éxito más sorprendente de la década" en la F-1.
"Uno como Schumi" titulan directamente Die Welt y Hamburger Abendblatt, sobre Vettel, de 21 años, consagrado el domingo como el ganador más joven en la historia de un Gran Premio de F-1, logrado además en "un coche que no está previsto para ganar carreras", como lo definió Schumacher.
Vettel ya había advertido al anotar el mejor tiempo de la clasificación, pero, aún así, sus compatriotas no creyeron mucho en el milagro del domingo, al punto que RTL tuvo sólo 5,94 millones de telespectadores, muy por debajo de los diez millones que atraía Schumacher en sus mejores tiempos.
El tabloide BZ se pregunta en primera plana si Vettel "podrá convertirse en el nuevo Schumi" y dedica una página entera "al nuevo héroe" de la F-1, como lo describe.
Die Welt publica el abrazo que Schumacher dio a Vettel tras la carrera y afirma que "el camino todavía es largo, pero el potencial está" y Vettel -afirma- "será la gran sorpresa de la temporada".
"No fue suerte, Sebastian avisó ya el viernes cómo andaría. No recuerdo una sorpresa más grande" en la F-1, admitió el austríaco Nikki Lauda, tricampeón de la categoría, que tiene aún cuatro carreras por delante: Singapur, Japón, China y Brasil.
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