"La lucha por el título sigue, pero hará falta un milagro", reconoció el finlandés Kimi Raikkonen, defensor de la corona y quien cayó al cuarto puesto en el campeonato tras el GP de Italia en Monza.
"Hará falta un milagro como el que permitiría a un relámpago caer dos veces seguidas en el mismo lugar", explicó el piloto de Ferrari, resumiendo la dificultad de defender el título a cuatro competencias para el final de la temporada.
El finlandés se comprometió a "dar lo mejor de mí mismo, como siempre, para que el equipo alcance los objetivos establecidos", lo que puede leerse como una disposición a ayudar al brasileño Felipe Massa en la lucha por el campeonato.
Tras el GP de Italia, Raikkonen quedó con 57 unidades y fue superado en el tercer puesto por el polaco Robert Kubica (BMW-Sauber), que con 64 puntos está detrás de Massa (77) y del británico Lewis Hamilton, de McLaren-Mercedes, con 78 puntos.
"Este deporte a veces resulta difícil de digerir. Uno se esfuerza, se brinda al máximo, pero nada parece salir como se esperaba", explicó el finlandés, que acaba de renovar su contrato con Ferrari hasta 2010.
"Hace mucho que no gano una carrera y se extiende el número de competencias en los que no sumo puntos. En Monza crucé la línea con las manos vacías", agregó Raikkonen, que terminó en el noveno puesto en el GP de Italia.
"Cinco carreras sin sumar son demasiadas, no hace falta ser (Albert) Einstein para entender que así se hace difícil pelear por el título", completó el finlandés, según el cual "en Monza se repitieron los problemas de adherencia a la pista".
"La F2008 se comportó muy bien con pista seca en los ensayos del viernes, pero el sábado, con lluvia, prácticamente no tenía grip y los frenos no respondían. Debemos resolver esto de cara a la recta final del campeonato", aseguró.
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