Con este doble resultado negativo, Ferrari repite la performance que no registraba desde el GP de San Marino de 2006, o sea 46 carreras atrás, cuando en el autódromo de Imola, tampoco cosechó un solo punto.
"Sí, fue un domingo para olvidar", aceptó Stefano Domenicali, responsable de carreras de Ferrari.
"Ahora tenemos que reagruparnos, afrontar con hambre la próxima carrera, aprentando el acelerador y sabiendo que no se pueden cometer más errores", añadió Domenicali, quien consideró un "error humano que puede ocurrir", el del mecánico que dio el vía libre a Massa.
Domenicali defendió el profesionalismo del box de Ferrari y defendió también a Raikkonen, que hizo apenas un punto en las últimas cuatro carreras, en medio de preguntas sobre por qué no había contratado al español Fernando Alonso.
"¿Qué quieres que te responda? Seguiremos adelante. No estamos preocupados por Kimi. Hizo el giro más veloz en carrera y estaba recuperando, hasta el último accidente", contestó Domenicali.
"Estaba cerca de Timo Glock esperando a ver si cometía algún error y me fui levemente largo en chicana saltando el cordón y yendo a la tierra. Perdí el control de la máquina y me fui contra la barrera de protección", explicó Raikkonen.
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