Lewis Hamilton trata de poner paños frios a la definición del campeonato y aseguró que la última prueba "no es una carrera a vida o muerte".
"No necesitamos ganar, pero esa no deja de ser una presión sobre nuestros hombros. Hemos venido a Brasil con un gran coche y con la esperanza de que podemos luchar por ganar. Haremos el mejor trabajo que podamos", dijo Hamilton, que espera convertirse el domingo en el más joven campeón de la historia.
"No hemos venido con un puesto como objetivo (para lograr el título), pero obviamente sabemos que no es una carrera a vida o muerte", agregó.
Al recordar el año pasado, Hamilton, que no pudo ganar el campeonato de 2007 al pulsar el botón equivocado durante la carrera (presionó el limitador de velocidad), dijo: "Si el coche no se hubiese parado, habríamos ganado (el título). No creo que este año tenga que cambiar nada".
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